El diagnóstico de la intolerancia al sorbitol
Los síntomas de la intolerancia al sorbitol son inespecíficos. No sólo son prácticamente idénticos a los de la malabsorción de la fructosa y la intolerancia a la lactosa, sino también a los de la intolerancia a la histamina, la enfermedad celíaca, la sensibilidad al trigo, la intolerancia a los FODMAP y en parte incluso a los síntomas de las alergias alimentarias.
Un diario de síntomas puede ser útil para el médico. Si una persona afectada elimina el sorbitol de su dieta durante unos días y nota que se siente mejor durante ese tiempo, esto puede ser una indicación de intolerancia al sorbitol.
Prueba de aliento de H2 como para la intolerancia a la lactosa o la fructosa
Si el médico sospecha una intolerancia al sorbitol que excede los niveles normales, puede realizar una prueba de aliento de H2. Para la realización de esta prueba, la persona suele tomar 10 gramos de sorbitol en ayunas. Esta dosis es inferior a la de lactosa o fructosa en las pruebas de intolerancia a la lactosa o malabsorción de la fructosa. Es inferior porque el sorbitol generalmente sólo se tolera en cantidades bajas.
Si la persona que sufre de intolerancia al sorbitol, el sorbitol absorbido no se elimina en el intestino delgado, sino que llega al intestino grueso, donde primero se convierte en fructosa y luego se descompone. Durante la metabolización de la fructosa se genera hidrógeno, que el cuerpo transporta al exterior a través de la respiración. Un elevado contenido de hidrógeno en el aliento indicará así una intolerancia al sorbitol. El principio de la prueba es el mismo que en el caso de las pruebas de malabsorción de la fructosa o de intolerancia a la lactosa, si bien en la prueba de sorbitol el margen entre lo normal y lo patológico es mucho más estrecho: La gran mayoría de las personas, incluso personas completamente sanas, darían positivo en una prueba de sorbitol.
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