Dieta para cálculos renales

Los cálculos renales son uno de los problemas de salud que más inquietud generan entre la población, dado que su desarrollo es a menudo muy lento y pasa desapercibido hasta que ya es demasiado tarde. Las consecuencias son un enorme dolor cuando los depósitos de minerales se forman en el riñón y especialmente cuando los cálculos renales se desplazan lentamente a lo largo de la uretra. La posibilidad de que puedan reaparecer y volver a causar mucho dolor, incrementa aún más el temor a los cálculos renales.

Por supuesto, nadie debería vivir con el constante temor a los cálculos renales, y menos cuando es posible reducir la probabilidad de su formación. Un factor importante para reducir el riesgo de riesgo de contraer cálculos renales es una dieta baja en azúcar y baja en fructosa, independientemente de si se han formado cálculos renales previamente o no. El optar por recetas sin fructosa

a menudo tiene efectos secundarios positivos sobre la salud.

Distinguir entre los alimentos que favorecen y los que evitan la formación de cálculos renales

Son muchas las posibles causas de los depósitos que luego se convierten en cálculos renales, y a menudo son ciertas enfermedades las que en cierta medida contribuyen a su formación. Existen varios tipos de cálculos renales, sin embargo, los más comunes se deben a un alto consumo de calcio, ya que son cálculos de calcio.

La fructosa es un factor a tener en cuenta especialmente como posible responsable de la formación de los dolorosos depósitos, ya que la fructosa promueve la excreción de calcio, oxalato y ácido úrico a través de los riñones. Los cálculos renales (nefrolitos) son en su mayoría cálculos de oxalato de calcio (65% de las enfermedades de cálculos renales) o de ácido úrico (15%), cuyos componentes se excretan en mayor cantidad por medio de la fructosa.

Existen muchas alternativas a la fructosa que reducen significativamente el riesgo de causar enfermedades renales. En Frusano encontrará muchos productos saludables y completamente libres de fructosa que ayudan a reducir significativamente el riesgo de padecer cálculos renales.

Los cálculos renales exigen un cambio en la dieta con respecto a la fructosa

Especialmente para las personas que ya han sufrido cálculos renales, tiene sentido hacer algunos ajustes en la dieta. Normalmente, esto no tiene por qué significar renunciar completamente a las cosas que saben bien, sino más bien un cambio hacia una dieta más consciente. De lo que se trata es de llevar una dieta con moderación, es decir, evitar el consumo excesivo de sustancias nocivas, de modo que no sea necesaria la renuncia absoluta. Los deliciosos alimentos sin fructosa de Frusano, sin azúcar granulado añadido, permiten reducir de manera sencilla los riesgos de una ingesta excesiva de fructosa.

Alimentos que debe evitar en su dieta si sufre de cálculos renales

Seguir una dieta para cálculos renales tiene algunas dificultades. Si bien es cierto que el consumo de un alimento individual no conduce automáticamente a la formación cálculos renales, en algunos casos sí conviene estrechar el foco de atención. Por ejemplo, la ingesta de fibras dietéticas es buena en principio, sin embargo, el salvado es muy rico en ácido oxálico, al igual que la remolacha y el café. Por lo tanto, son alimentos que más vale evitar cuando existe el riesgo de cálculos renales, ya que el ácido tiene efectos negativos.

La cuestión de la ingestión de líquidos también puede ser complicada, ya que el único líquido recomendable es el agua. Hay que tener cuidado con las bebidas que contienen azúcar, especialmente con aquellas con altas cantidades de fructosa, ya que aumentan el riesgo de cálculos renales; también los edulcorantes desequilibran el balance ácido-base.

Para prevenir y evitar los cálculos renales, se suele recomendar una dieta equilibrada con poca sal y evitar los alimentos altamente procesados, ya que éstos suelen tener un alto contenido de azúcar.

Con Frusano es fácil llevar una dieta equilibrada para los cálculos renales

Para optimizar la absorción de nutrientes y minerales importantes, solo se requieren unos pequeños ajustes. La idea general es que una dieta equilibrada puede servir como elemento de prevención. Luego, si de vez en cuando se comen espinacas, por ejemplo, el cuerpo lo podrá tolerar sin grandes dificultades. Lo mismo vale para la ingesta de líquidos, que por lo general también deberá aumentarse.

Si, por otra parte, detecta que el cambio en la dieta y la reducción de la fructosa no conducen al efecto deseado o si quiere reducir aún más su riesgo de padecer cálculos renales, los alimentos sin fructosa de Frusano pueden ser una muy buena opción, por ejemplo para aquellos momentos en los que uno tiene hambre de algo dulce. Infórmese sobre nuestra gama de alimentos y póngase en contacto con nosotros si tiene alguna pregunta.