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Mermeladas bajas en fructosa de Frusano

Mermelada sin fructosa

Mermelada sin fructosa: un alimento dulce para untar
Intolerancia a la fructosa – este diagnóstico significa que uno sólo puede comer muy poca o nada de fructosa, porque el cuerpo no la tolera y surgen molestias. La mayoría de los alimentos contienen fructosa de manera natural, no solo las frutas. La fructosa, junto con la glucosa, forma el azúcar común y corriente, la sacarosa, que se encuentra en un grado particularmente alto en los alimentos y bebidas endulzados; por lo tanto, también en la mermelada. En los últimos años se ha desarrollado una gama cada vez más amplia de productos sin fructosa, con el fin de reducir en la mayor medida posible las limitaciones en la vida cotidiana de las personas a las que se ha diagnosticado intolerancia a la fructosa. Muchos afectados creen que, una vez recibido el diagnóstico, tendrán que renunciar a las comidas dulces por el resto de sus vidas y hacer cambios fundamentales en su dieta. La mayoría de las personas con intolerancia a la fructosa evitan la mermelada, ya que esta está hecha de frutas, que contienen fructosa de manera natural, así como – en la mayoría de los casos – de azúcar granulado añadido. Sin embargo, ¡no es cierto que una intolerancia a la fructosa signifique una inevitable renuncia a la mermelada de fruta! Una mermelada dulce de fruta y sin fructosa – ¿cómo puede ser? En Frusano se lo explicamos.

Mermelada sin fructosa para vivir con menos limitaciones

La mermelada se puede elaborar con variedades de frutas que contienen relativamente poca fructosa – como por ejemplo la grosella o la fruta tropical Calamansi – por otro lado, en lugar de utilizar sacarosa para endulzar la mermelada, se puede utilizar jarabe de glucosa sin fructosa. El jarabe de glucosa confiere a la mermelada sin fructosa una dulzura natural, suave y saludable. Asimismo, no tiene tendencia a cristalizar. Además, el cuerpo humano puede convertir la dextrosa inmediatamente en energía, con lo cual la mermelada sin fructosa que untamos en nuestro panecillo de desayuno también nos ayuda a empezar el día con las pilas cargadas. Sentarse en la terraza un domingo soleado y cálido para iniciar el día con una taza de café y un delicioso pan con mermelada... ¿qué más se puede pedir? Muchos, sobre todo los de desayuno dulce, estarán de acuerdo: la mermelada forma parte de un buen desayuno. Por eso hay una altísima demanda de mermelada sin fructosa, gracias a la cual las personas con intolerancia a la fructosa pueden volver a disfrutar de este placer. Y eso no es todo: La mermelada sin fructosa también es ideal para endulzar algunos platos o para preparar postres sin tener que recurrir al azúcar común y corriente; por ejemplo, como topping afrutado de un yogur natural.

Mermelada sin fructosa de Frusano

Todo comenzó en 2006 con las mermeladas. La demanda de mermeladas sin fructosa ya existía desde hacía tiempo. Los primeros productos los creamos en casa, en tarros de vidrio Weck, mezclando variedades de fruta de bajo contenido en fructosa, como las grosellas, con dextrosa.
Los tarros siguen siendo de la casa Weck, sólo que su forma ha cambiado. La gama de variedades ha aumentado y la dextrosa ha sido sustituida por jarabe de glucosa sin fructosa, ya que este también contiene mucha dextrosa, pero sabe mejor por su contenido en maltosa; posee un dulzor más agradable y no tiene tendencia a cristalizar. Y, por supuesto, nuestro jarabe de glucosa (aunque no todos; véase jarabe de glucosa) se tolera igual de bien que la dextrosa pura.

Los variedades con mayor demanda son la de frambuesa, la de grosella y la de fresa con ruibarbo. Naturalmente, no es posible elaborar una mermelada de fruta completamente libre de fructosa, pero en todos nuestros productos siempre nos aseguramos de que el contenido de este glúcido sea lo más bajo posible. Cada persona que sufra de intolerancia a la fructosa tiene que averiguar por sí misma cuántos gramos de fructosa puede tolerar al día. A continuación, podrá elegir la cantidad diaria de mermelada sin fructosa y también la variedad que más le convenga. Y es que algunas frutas varían notablemente entre sí en cuanto a su contenido de fructosa. La mermelada de calamansi, por ejemplo, con un sabor fresco de cítricos, es nuestra mermelada de fruta con el contenido más bajo en fructosa. Otro producto con un sabor extraordinario es la mermelada de Tayberry, que sabe a una mezcla de mora y frambuesa. Como todas nuestras mermeladas sin fructosa, como por ejemplo las de fresa, ruibarbo y bayas de espino amarillo, esta mermelada tampoco contiene pepitas.

Además, nuestra mermelada sin fructosa es también vegana y sin gluten, por lo cual no sólo es ideal para las personas con intolerancia a la fructosa, sino también para las personas que desean o necesitan comer sin gluten (por ejemplo, porque sufren de enfermedad celíaca). Y también los veganos pueden disfrutar de la mermelada sin fructosa de Frusano. Además de nuestras mermeladas, también ofrecemos una deliciosa crema de cacao con avellanas vegana y sin fructosa.
Podemos constatar, por tanto, que la renuncia a ciertos ingredientes como la fructosa o el gluten no tiene por qué ir acompañada de la renuncia a una gran parte de los alimentos y sabores. Nuestra gama de productos ofrece la posibilidad de disfrutar de una vida sin fructosa y sin limitaciones severas.

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