Cocinar sin fructosa y sin lactosa es una cuestión de hábito – Nosotros le ayudamos

Para las personas que sufren alguna intolerancia alimentaria, cocinar puede ser un reto mayúsculo, especialmente cuando ya de entrada no están acostumbradas a cocinar. También se les complican las cosas a la hora de comer fuera de casa, por ejemplo en restaurantes, fiestas, viajes de negocios, etc. Además, las comidas preparadas también pueden ser un problema, Ya que muchas de ellas contienen fructosa o lactosa. Incluso las mezclas de especias pueden contener fructosa o lactosa. La alternativa es cocinar sin lactosa y sin fructosa, para tener el control sobre los ingredientes y saber los productos que hay que evitar y las alternativas que existen. Con un poco de práctica y una mirada atenta a los ingredientes, no costará mucho encontrar recetas deliciosas para cocinar sin fructosa y sin lactosa. Hay recetas muy creativas de cocina sin fructosa que pueden hacer las delicias de toda la familia.

Cocinar sin fructosa y sin lactosa con recetas especiales

Las recetas para personas con intolerancia a la lactosa sustituyen los productos lácteos clásicos por productos lácteos sin lactosa o bajos en lactosa, o recurren a productos sustitutivos como la leche de soja o la leche de avena. En el caso de la intolerancia a la fructosa, se utilizan sobre todo alimentos que no contienen fructosa o sorbitol o sólo pequeñas cantidades de ellos. Para endulzar, se utiliza principalmente dextrosa o azúcar de maíz, ya que los intolerantes a la fructosa los suelen tolerar bien.

La dieta para intolerancia a la fructosa

En caso de intolerancia a la fructosa, se requiere un cambio consciente en la dieta, que debería ir acompañado de asesoramiento médico y nutricional. Una simple renuncia a todos los alimentos que contienen fructosa puede provocar deficiencias de determinados nutrientes a largo plazo, lo cual también debe ser tenido en cuenta cuando se cocina sin fructosa. Es interesante observar que, si bien es cierto que la fructosa se encuentra en las frutas y verduras, la mayor parte de la fructosa que solemos ingerir proviene del azúcar doméstico común, ya que el azúcar común (o sacarosa) está compuesto en aproximadamente un 50 % por fructosa. Si la fructosa no se absorbe adecuadamente en el intestino, pueden producirse flatulencias y diarrea. Para cocinar sin fructosa es importante comprobar el nivel de intolerancia a la fructosa con un período de abstinencia, seleccionando los alimentos en consecuencia. En la cocina sin fructosa, la adición de dextrosa o la combinación con grasa y proteína como la fruta y la cuajada o requesón como postre, aumenta la tolerabilidad. Los productos ligeros (productos "light") deben usarse con precaución, ya que suelen ser ricos en sustitutos de azúcar de mala tolerabilidad, como el sorbitol.

La dieta para intolerancia a la lactosa

En caso de intolerancia a la lactosa, se aconseja una consulta exhaustiva con el médico y un dietista-nutricionista, durante la cual también se pueden resolver algunas dudas referentes a la cocina sin lactosa. Cabe señalar que la lactosa no solo se encuentra en la leche. La lactosa también se añade a las mezclas de especias, las sopas deshidratadas y los productos preparados. En las personas con intolerancia a la lactosa se produce una mala digestión de la lactosa por una carencia total o parcial de la enzima digestiva lactasa. La lactosa no digerida es fermentada en el intestino grueso por bacterias intestinales, causando síntomas como flatulencia y diarrea.
Por lo tanto, al cocinar sin lactosa, la atención debe centrarse principalmente en los alimentos o ingredientes que contienen lactosa, como la leche, el suero de leche, la lactosa, el suero en polvo, la leche desnatada en polvo, la leche entera en polvo, la crema en polvo y similares. La cocina sin lactosa se basa en productos como los lácteos sin lactosa, el tofu, la leche de soja, la leche de arroz, la leche de cereales, el queso duro, la carne, el pescado, los huevos, los cereales, el aceite, la mantequilla clarificada, la pasta, el arroz, el pan y los productos de panadería sin leche.
Si se quiere cocinar sin lactosa, se puede sustituir la leche común por leche de arroz, leche de cereales o leche de soja, por ejemplo para hacer tortitas. Los productos de soja y la leche de cereales deberían ser enriquecidos con calcio.

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