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Síntomas de la intolerancia a la fructosa

Los síntomas de la intolerancia a la fructosa pueden variar en función de la persona, y ellos también pueden aparecer en momentos distintos. Básicamente, se dice que los síntomas típicos ocurren entre 30 y 90 minutos después de una ingesta de fructosa. Sin embargo, la reacción también puede retrasarse y ocurrir 24-48 horas después. El otro problema es que cada personas con intolerancia a la fructosa puede tolerar una cantidad diferente de fructosa y esto puede incluso variar de un día para otro en una misma persona. Esto puede depender de muchos factores distintos que hoy en día todavía no pueden determinarse con precisión. Si se ignora la sintomatología de la intolerancia a la fructosa, esta puede empeorar con el tiempo.

Síntomas de intolerancia a la fructosa a corto y largo plazo

En primer lugar, examinaremos los síntomas de la malabsorción de fructosa, que es la más común. Los síntomas son muy amplios y es difícil ver claramente que se deben a la intolerancia a la fructosa. Por lo tanto, no debe autodiagonosticarse, lo mejor es siempre consultar a un médico.

Los síntomas de la intolerancia a la fructosa a corto plazo son:

  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Halitosis
  • Flatulencia maloliente
  • Cefaleas
  • Problemas de concentración
  • Estómago hinchado
  • Dolor abdominal y calambres estomacales
  • Náuseas o vómito
  • Ruidos estomacales e intestinales fuertes
  • Ardor de estómago
  • Uñas agrietadas
  • Valores bajos de hierro
  • Hinchazón
  • Fatiga extrema
  • Depresión / falta de motivación
  • Ataques de pánico
  • Mareo

Si la intolerancia a la fructosa no se trata, puede llevar a síntomas más severos a largo plazo:

  • Depresión: Algunos síntomas a corto plazo, como el desánimo y la apatía, son los precursores de la depresión. Las personas con intolerancia a la fructosa son más propensas a tener depresión porque la intolerancia a la fructosa causa deficiencia de triptófano. La deficiencia de triptófano hace que se produzca menos serotonina. La serotonina es la "hormona de la felicidad" en nuestro cuerpo.
  • Los antojos: Los antojos, así como las depresiones, están relacionados con una deficiencia de serotonina. Al igual que con las depresiones, la falta de serotonina crea los antojos.
  • Deficiencia de nutrientes: La intolerancia a la fructosa cambia permanentemente la flora intestinal y el número y tipo de bacterias. Como resultado, los nutrientes importantes ya no pueden ser absorbidos. Uno de ellos es el ácido fólico, cuya deficiencia conduce a enfermedades cardiovasculares y anemia. El otro es el zinc; una deficiencia de zinc puede llevar a una inmunodeficiencia, así como, a un cabello, piel y uñas quebradizas y agrietadas.
  • Problemas de piel/acné: Los síntomas de la intolerancia a la fructosa comienzan con una piel débil y enrojecida y pueden derivar en varios problemas de piel asociados a los anteriores.
  • Problemas de peso: La diarrea y la deficiencia de nutrientes provocan la pérdida de peso, mientras que los antojos y la transformación de la fructosa en ácidos grasos de cadena corta provocan el aumento de peso y la típica grasa abdominal inferior.

Para reducir los síntomas de la intolerancia a la fructosa, se debe reducir significativamente la ingesta de fructosa justo después del diagnóstico. En nuestro sitio usted encontrará alimentos bajos en fructosa y sin fructosa.

Caso especial: Síntomas de intolerancia hereditaria a la fructosa

La intolerancia hereditaria a la fructosa es un caso especial y muy poco frecuente. Los síntomas de la intolerancia a la fructosa suelen presentarse desde la infancia y deben tomarse muy en serio, ya que pueden poner en peligro la vida. Los primeros síntomas que aparecen son similares a los de la malabsorción de fructosa, como las náuseas, los vómitos, el dolor abdominal, los calambres y la diarrea.

Pero también hay temblores, palidez, sudoración, apatía y convulsiones. Con frecuencia, las personas con esta afección son significativamente hipoglucémicas, lo cual puede llevar a problemas de concentración, dolores de cabeza, mareos y desmayos. Los síntomas de la intolerancia a la fructosa especialmente dramáticos incluyen daño hepático, insuficiencia renal e incluso insuficiencia orgánica. Por lo tanto, es aconsejable evitar completamente la fructosa si se padece esta enfermedad.