Raviolis dulces de ruibarbo

• 125 g Mermelada de Ruibarbo Frusano
• 130 g de sémola de trigo blando
• 30 g de harina de espelta (y un poco más para extender)
• 1/2 vaina de vainilla
• 1 huevo
• 2-3 cucharadas de agua
• 1 cucharadita de aceite de oliva
• 1 cucharada de pistachos picados
• 1 pizca de sal

• 80 ml de Vino Espumoso Frusano
• 25g de Azúcar de Maíz Frusano
• 2 yemas de huevo
• 2 cucharadas de Jarabe de Flor de Saúco Frusano

Preparación:

1. En primer lugar, para la masa, poner la sémola de trigo blando y la harina en un bol. Cortar la mitad de la vaina de vainilla a lo largo y raspar la pulpa. Añadir al bol la pulpa de vainilla, el huevo, el aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, y amasar. Si la masa sigue estando demasiado seca, añadir un máximo de 2-3 cucharadas de agua y amasar hasta obtener una masa firme pero lisa. Envolver la masa de raviolis en film transparente y dejar reposar a temperatura ambiente durante 1 hora.
2. Dividir la masa en 2 porciones y extiéndelas una tras otra con un rodillo. Estirar ambas porciones de masa en una máquina para pasta hasta obtener láminas muy finas (1-2 mm). También se pueden extender las láminas a mano con un rodillo. Esto sólo requiere un poco más de fuerza. Con un cortador redondo o en forma de flor, cortar 24 círculos de 5-6 cm de diámetro. En el centro de la mitad de los círculos de masa, coloca una cucharadita de mermelada de ruibarbo y unta el borde con agua. A continuación, cubre con un segundo círculo de masa y presiona los bordes firmemente para que el relleno quede encerrado alrededor. Para evitar que los raviolis se peguen, colócalos en un plato enharinado y espolvoréalos ligeramente con harina también por arriba.
3. Para la salsa de flor de saúco, pon las yemas de huevo, el vino espumoso, el sirope de flor de saúco y el azúcar de maíz en un bol metálico y bátelos al baño María durante unos 10 minutos hasta que estén cremosos.
4. A continuación, cocina los raviolis en agua salada ligeramente hirviendo a fuego lento durante 3-4 minutos. Los raviolis estarán listos en cuanto floten en la superficie. Sácalos, escúrrelos bien y colócalos en un plato. Vierte un poco de la salsa aún fresca sobre ellos, espolvorea con pistachos y sirve inmediatamente.